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Si el muchacho desea más movimiento, puede sujetar las caderas de su amante y asistirla a empujarse contra él. Y si es un tipo torpe, también puede hacer una división, dejando sus bolas en una posición privilegiada para jugar. ¡Cosas calientes!

Parece ser que las mujeres somos muy expresivas en el momento del clímax, ahí radica nuestra grandeza pues incluso fingiendo dejamos satisfechos a los hombres, y en función de esos locuaces arranques, nos han clasificado de esta manera.

Finalmente, repite los movimientos iniciales del principio, de derecha a izquierda; entonces, relájate, respira con calma y descansa un poco; cuando lo practiques a menudo vas a ver cómo es de simple y vigorizante este ejercicio.

Y fue ahí donde explote, finalice insultándola de todo, después de eso me subí a mi auto y me puse a plañir desenfrenadamente, estuve mal, nervioso y manejando sin rumbo prácticamente toda la noche, pero ya todo se había descubierto y yo no deseaba saber nada pero de esa mujer mentirosa.

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Los siguientes episodios discutirán el arte y la ciencia de hablar sucio, pues sí, es las dos cosas. Aprenderás algunos consejos útiles para meterte en el juego y aprender a emplear esa boca tuya de una forma absolutamente nueva.