Sin duda, un vibrador de punto G (o un consolador para punto G sin vibración, conforme se prefiera) no puede faltar en el cajón de la mesa de noche de toda mujer que quiera explorar una de las más intensas posibilidades de placer de su cuerpo.

¿Se pueden contar ovejas o meditar en las vacaciones próximas en un momento de alta pasión…? ¡Probablemente va a ser difícil para muchos hombres, y es posible que ciertos hasta pierdan la erec­ción en este proceso!

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Con lo que, si tú sientes que precisas pareja y que no puedes ser feliz sin ella, no solo te quedarás sin pensarlo con cualquiera que aparezca en tu vida, si no que, además, le vas a estar otorgando el poder sobre tu felicidad y, en consecuencia, vivirás de manera continua con temor a perderla.

Los mejores aspirantes al amor auténtico son quienes conocen que el amor es algo trabajoso. Que no viene solo. Que no cae del cielo ni procede del flechazo de Cupido, sino se establece con mucha complejidad, requiriendo periodos de ajuste.

El grado de desplazamiento, como mentamos, varía de una mujer a otra en dependencia de la situación de esos huesos de la cadera. Cuanto más levantados estén el sacro y el coxis, más hacia atrás van a estar ambos agujeros.

Max había comprobado que el sistema japonés de trabajar abnegadamente aguardando el reconocimiento natural por de sus superiores (su esposa), había fracasado. Hubo un tiempo en que había estado dolido, pero no podía continuar así para siempre, aguardando que la solución cayese del cielo.

¿Es verdad que la crisis financiera mundial está afectando a la vida sexual de las parejas? Semeja que a los que esta situación les lleva al desempleo o bien se reducen sus ingresos, no acostumbran a estar interesados en proseguir viviendo el placer del sexo.

A menudo la moralidad con la que uno enjuicia una conducta determinada difiere tanto de la del otro, que se podría comparar con la diferencia de moral que existe entre el miembro de una organización criminal y la persona religiosa.

Seguro que has escuchado eso de que un buen amigo es el que está a las duras y a las maduras, es decir, que no está solo para pasarlo bien en los buenos instantes, sino asimismo está para echar una mano si hace falta en los momentos no tan buenos.